Pobladores del caserío de La Campiña, en el distrito de Catacaos, vienen padeciendo la falta de agua potable en sus domicilios. Así lo denuncia el señor Calixto Silva Ipanaqué, presidente del Comité de Defensa de este lugar, quien manifiesta que "todos los días reciben sólo una cantidad insignificante que deben recoger en jarritas". Lo peor es que la EPS Grau, empresa que debe proveerles del servicio, les cobra el recibo de consumo", agrega el dirigente.
Manifiesta que desde que se salió el río (el 27 de marzo del año pasado) reciben un servicio insuficiente". Tenemos que cavar un metro para poder encontrar un chorro de agua", asevera Calixto Silva.
La villa Pedregal Grande, ubicada al lado de La Campiña, también está padeciendo por la falta de este servicio elemental debido a que se realizan trabajos de mantenimiento del pozo de abastecimiento, "pero es necesario que las autoridades, locales, provincial y regional, apoyen con unas cuantas cisternadas de agua a la población; estamos en pleno calor, nuestros niños y ancianos están siendo perjudicados al no contar con el líquido elemento", manifiesta el morador Alfredo Sosa Sosa. La Junta Administradora del servicio también debe gestionar esa acción junto con las autoridades, agrega el vecino.
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