Adrián Flores Albán nació el 8 de setiembre de 1926 en el distrito de Bellavista, provincia de Sullana. Vive en el barrio de Chicmabamba, Callao. |
Actualmente tiene 86 años de edad, pero escribió este vals cuando tenía 22 años.
“Alma, corazón y vida” es la historia de su primer amor y su primera decepción: “Estaba sirviendo en el Ejército, en Tumbes, en uno de los puestos fronterizos de Casitas. Ahí la conocí, era hermosa, me llevaba un año, era hija de un hacendado y tenía un pretendiente con dinero, por eso lo de ‘no tengo fortuna, pero tres cositas te ofrezco’”.
-¿Está viva? ¿Cómo se llama?
-“No sé si vive, en Sullana siempre me piden que la identifique. Sólo te puedo dar el nombre de pila, Eva”.
-A ella le gustaría saber que inspiró un vals. -“Ella lo sabe, me basta con eso”.
-¿Y qué paso con ese amor?.
-“Ferrando me entrevistó en “Trampolín a la fama” y me preguntó si me había casado con ella, le respondí que si así hubiera sido no habría canción”.
Don Adrián ríe y me recuerda que está felizmente casado y tiene 5 hijos.
-¿Dónde estrenó el vals?
-“Tenía un trío con Óscar Olaya y un amigo Huambachano; lo cantamos en 1948, en una picantería del barrio Buenos Aires, en Sullana”.
-¿Y en Lima?
-“Vine en noviembre de 1949, tiempo después en La Parada oí una grabación, mala, de Teresa Bergamino,con muchas distorsiones. El vals viajó sin que supiera”.
-¿Y la versión de Los Embajadores?
-“Fui a buscar a Rómulo Varillas, se estaba afeitando, agarré una guitarra y lo canté, él dejó de afeitarse y se entusiasmó, me dijo que regresara a las 7 de la noche.
A las 6 ya estaba en la esquina, vi que entraron Carlos Correa y Alejandro Rodríguez, los otros embajadores. Entré yo y él les dijo: ‘Aquí parece que el piurano tiene un vals campeón’”.
Don Adrián no tuvo otro éxito de esta envergadura. “Alma, corazón y vida” le salió del forro, pero cada verso tiene un sentido que parece calculado.
-“Cuando digo ‘recuerdo aquella tarde, pero no recuerdo ni cómo te vi’ es porque la primera vez sé que era de tarde, pero estaba borracho”.
-¡Ja!, yo pensaba que era un requiebro artificial de la letra. ¿Y, fuera de Los Embajadores, qué versión criolla le gusta más?
-“La de Jorge Luis Jasso. Y de las internacionales, la de Django. Lo conocí en la Feria del Pacífico y me dijo: ‘tu canción me pone los pelos de punta’”.
Recuerdo aquella vez que yo te conocí,
recuerdo aquella tarde
pero no me acuerdo
ni como te vi.
Pero si te diré,
que yo me enamoré,
de esos tus lindos ojos y tus labios rojos
que no olvidaré.
Oye esta canción que lleva:
alma corazón y vida,
estas tres cositas nada más te doy.
Porque no tengo fortuna,
estas tres cosas te ofrezco:
alma, corazón y vida y nada más.
Alma para conquistarte,
corazón para quererte,
y vida para vivirla junto a ti (bis)
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